Rico el río de la plata
Rimoroso el cólera
Lloventero el amor
que hace ruido de pena y alegría
Que hace mover no solo el piso
sino los colores de en rededor
Todos giran y se mezclan
Se marean y se encuentran
Redoblando sus apuestas
Desnublando una ilusión
Poblando la ciudad de amor
Incontrable el incontrolable que vive dentro de uno
Por más cámaras y rigidez que impongan
Siguen fijando sus ojos al control y al descontrol
armándonos un corral con cámaras para que seamos una mejor sociedad
y al final todo termina siendo una escena
Y empezamos a ser como peces dentro de una pecera
El día de mañana solo esperaremos a que nos lancen la
comida desde arriba
Y a eso tendremos que llegar por no dejar de pensar en
progresar
Hola cielo
Hola Sol
Tengo una idea en el día de hoy
y es gracias a vos
Que diría una semilla sin la tierra
Que sería una semilla sin el sol
Que sería sin el agua
Y nosotros que también fuimos semillas, agradecimos,
pero ahora que somos plantas
nos convertimos en enredaderas, en hidras que quieren acapararlo todo
y en ese todo nos sentimos dueños
Del Sol, de la tierra, del aire mismo
Y que alejados quedamos
y que difícil recordarnos como semillas
cuando ya nos inflamos tanto
Ya no somos comunidad siquiera con la naturaleza
Porque el Sol esta allá, y no se puede quejar
Porque el Sol esta allá, y no nos puede decir nada
Porque a la tierra la pisamos simplemente, y le
arrancamos lo que deseamos
como quien saca un caramelo de un frasco
Porque el cielo, implacable en su inmensidad,
nada nos hará, ni nos dirá hoy si lo contaminamos
y entonces que mas dá
si total a nosotros nadie nos va a
castigar,
si nuestra civilización es tan inmensa y
evolucionada
que vivir en comunidad significa solo
saludarse con amabilidad
¡Comunidad con el sol!,
¡con el cielo!,
¡con cada ser que habita este mismo universo!
en donde te
pusieron a vos, a mí,
pero también a un montón de corazones más!
que ¡Sí! se prestan a vivir en
comunidad:
Los arboles que crecen en medio de la ciudad.
Las palomas y los pájaros que no solo se paran en los
arboles, sino que ahora también, nos cantan por la mañana parados en los postes
de metal, en los cables que nos comunican
ellos se adaptan
para nunca dejar de cantar
Y así andamos nosotros
echando todo eso de menos
Olvidándonos que fuimos solo una semilla,
olvidando que si no fuere por la
naturaleza
nunca hubieras tenido la posibilidad de vivir esta realidad.
Gracias sol
Gracias tierra
Gracias agua
Gracias aire….
Gracias mágico universo por mantenerme
aquí despierto.
Alan Paul Blanc.